LuZ dE lUnA

Esta historia es una continuacion de la novela de Stephany Meyer "Amanecer". Todos los personajes son originalmente de ella, exepto unos sorpresa que no voy a comentar hasta su debido tiempo.




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viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz Año Nuevo 2011




Cuando creces en un lugar donde todos se conocen y año con año sigues compartiendo con las mismas personas aprendes a disfrutar de su presencia involuntariamente. No te das cuenta de tales sentimientos hasta que echas de menos las nimiedades cotidianas. No notas cuánto apreciabas ese lugar hasta que te ves obligada a abandonarlo. Y aunque te niegues, poco a poco relegas esos recuerdos que en algún momento te dieron tanta felicidad, a un lugar tan recóndito de tu mente que olvidas; olvidas eso que tanto amaste.Arrinconas memorias que se van colando a través del tiempo. Aprendes a amar otro lugar, conoces nuevas personas, nuevos amigos, nueva gente a quien debes respetar, nueva gente que se gana tu odio, nuevas personas que se ganan un lugar dentro de ti. Y la pregunta es, ¿dónde quedaron los demás, esos que te brindaron los mejores momentos de cierta etapa de tu vida? Ellos se quedan en un rincón de tu corazón y cuando por casualidad los recuerdas las lágrimas no se hacen esperar, porque fueron, son y serán parte de ti por haber contribuido a forjar tu pasado, un pasado que ha construido al ser que eres hoy. ¿No es suficiente para dar las gracias y mantenerlos en tu mente? Es suficiente para que se forme un nudo la garganta, de esos tan difíciles de deshacer. Es suficiente para que se forme una sonrisa en tu rostro. Es suficiente para que sepas que no estás solo. Hay más de una moraleja detrás de ese montón de palabras, aparentemente sin sentido; como un código que sólo quien hubiera apreciado lo que tenía, lo entendería. Espero que más de una persona le encuentre sentido a estas palabras, les deseo felices fiestas y el mejor año de sus vidas... las veré hasta el próximo año.
Tengo unos consejos para este próximo año
 -Arriésgate, en especial en el amor, es mejor un, lo intente, a un, ¿Que hubiera pasado?
-Sonríe, si la vida te da mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una para sonreír
 -Recuerda, todos y cada uno de los momentos que viviste en conjunto con alguien mas, que se te forme un nudo en la garganta y las lagrimas no se hagan esperar con la sonrisa y el pensamiento... Yo hice eso
-Olvida la negatividad, la vida es una ruleta en la que todos jugamos y apostamos, nunca alguien se queda solo arriba
-Llama a tus amigos, o escribeles, cualquier funciona para hacerle sentir a esa persona que fue y sera especial que tiene alguien que aun se acuerda de el
-No resuelvas los problemas solo, no siempre todo sera color de rosa, pero no por eso te volveras una persona depresiva, levantate y camina, pide ayuda a esas personas que sabes que estan ahi para ti, y que nunca te dejaran solo
Y el ultimo pero no por eso menos importante...
-Aferrate a la vida!!!, si tiras una lagrima, limpiala y vuelve a sonreir... si te caes en el camino, levantate, sacudete y sigue caminando, aun queda mucho por recorrer, si te rompen el corazon, rearmalo y busca a su nuevo cuidador, no lo guardes para ti porque como todo lo demas, cuando quieras usarlo, ya no servira, y si la vida te lanza una piedra, esquivala, si no pudiste, rompela poco a poco, que con esfuerzo y apoyo emocional, despejara tu rumbo.

Con cariño: Nohemi Cullen

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Feliz Primer Año Anna


Bueno esta vez hago un espacio para una nena lenda ke acaba de cumplir un año con su blog

Felicidades Anna Cullen, por tu blog Cullen Story, lo digo en serio, no cualquiera llega al año
Acepta este pequeño obsequio comparado con lo que mereces por ese logro, ;)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Luz de luna Capitulo 5... Recuerdos (parte 4)


La mañana inicio nublada, buen día para nosotros, malo para los humanos, aun se me hacia extraño llamarlos así, sabiendo que no hace mucho tiempo yo también era uno de ellos.


Me levante y me puse unos pantalones de mezclilla entubados, una blusa negra de manga corta con adornos bordados y unas zapatillas de tacón pequeño.

Edward concuerdo conmigo en el pantalón pero el se puso una playera gris y encima una camisa blanca desabrochada con unos zapatos cafés.

Me dirigí a la cocina e hice l desayuno de mi hija y luego el de Jake y los deje en el horno. Fui a la habitación y tome del armario una chamarra blanca, Edward siguió mi movimiento y cogió una azul marino. En ese momento se oyó la voz de Nessie.

-¿Mami? ¿Papi?- preguntó mi hija. Nos encaminamos a u cuarto.

-¿Qué sucede princesa?-pregunto su papa. Ness cabeceo- esta bien pequeña- volteo a verme- quería saber si nos encontrábamos aun en casa- dijo en voz aún mas baja. Me acerque y la bese en la frente.

-Volveremos pronto ok- asintió

Nos fuimos en el volvo de Edward a la Universidad. En esta todo estaba tranquilo, al parecer había un nuevo rumor que no había oído, ni me interesaba, aunque sabía que pronto me enteraría.

Las primeras clases pasaron muy rápido. A la hora del almuerzo, como siempre, camine de la mano con mi adonis personal, y hasta ese momento me puse a pensar en cual era la excusa de que faltáramos los días soleados, sabia que Edward ya la había planeado pero, tenia que coincidir ¿no? Nos sentamos en nuestra mesa de siempre mientras lo pensaba.

-Y bien

-¿Qué?- pregunto confundido, y puso su rostro serio.

-¿Cuál es la excusa?- arqueo la ceja y sonreí abiertamente- la excusa de que no estemos en días soleados- su sonrisa volvió

-Podemos decir la misma que teníamos cuando me conociste- vacilo- o podemos decir que no queremos causar pánico en la ciudad- rio

-Ja, ja- vacile y me beso- ¿Ya dejamos de ser el centro de atención?- pregunte para poner en orden mis ideas, definitivamente el que me deslumbrara seguiría por siempre.

-No- me contesto- aunque ahora la compartimos con alguien mas- lo mire confundida pero despreocupada- una chica nueva, que al parecer estará contigo en algebra y con ambos en otra clase.

Bueno al menos ya no seriamos TODO el centro de atención y me alegre por eso, jamás me había gustado serlo. Tome una manzana de la bandeja y la mordí ¡Que horrible sabor tenia1 el ser vampira había cambiado mis gustos por completo, no puedo creer que antes comiera esto. Hice una mueca y Edward se rio.

-Tendrás que acostumbrarte

-Lo se, lo se- me estremecí por el sabor. La mordí de nuevo tratando de mantener mi mente en oro lado para no sentirla en mi lengua- y… ¿Dónde esta la chica nueva?- alzo la cabeza y guardo silencio.

-No en la cafetería, eso puedo asegurarlo- miro la mesa confundido, como si se hubiera sorprendido por algo

-¿Qué sucede- no me contesto- ¿Edward?- cabeceo

-No es nada, Bella- fruncí el ceño- bueno… trato de buscar el rostro de la chica en los recuerdos de los… humanos, y, es como si, no se, como si la hubieran visto hace años y no recordaran como es- guardo silencio un minuto y vacilo- no deja que vean sus ojos.

Era extraño, podía explicarme lo de no dejar ver sus ojos, pero eso de que la habían visto minutos atrás y no la recordaban era en verdad muy extraño. Sonó la campana.

-¿Vamos?- me pregunto mi esposo, asentí- tienes que conocer a tu compañera de clase- puso una gran sonrisa en su rostro, y al menos la mantuvo hasta llegar a mi clase.

-Te veo luego- dijo con tristeza acariciando mi mejilla con su pulgar- te amo- me beso y se alejo.

Entre al salón, la mesa donde me sentaba estaba vacía y la profesora Jefferson aun no había llegado. Me senté en mi lugar, puse mis útiles sobre la pequeña mesa y me puse a jugar con uno de mis mechones de cabello.

Entro la maestra y detrás de ella una muchacha que no conocía, debía ser la chica nueva, tenía cabello rizado, largo hasta la cintura y de color negro, era de tez blanca como la nieve, tenía mi misma estatura, quizá uno o dos centímetros menos, estaba vestida con unos pantalones de mezclilla, una blusa amarilla de manga larga y unas zapatillas blancas, y en las manos una chamarra azul cielo. Ocultaba sus ojos con un largo copete alaciado.

-Te sentaras junto a la señorita Swan- todos los profesores me seguían llamando por mi apellido de soltera, me pregunto que pasaría si supieran que de señorita no tenia mas que la figura.

La muchacha, al oír esto avanzo asta mi lado y se sentó. El olor que desprendió me pareció conocido y desconocido a la vez, jamás había sentido eso, era diferente a un humano o a cualquier otra cosa, no sabia muy bien a que olía. No iba a ser descortés con ella, debía ser difícil llegar en estos días por la forma en que se encogía en hombros.

-Hola, mi nombre es Isabella Swan, pero todos los que me conocen me dicen Bella

-Hola, Bella- trago saliva- mi nombre es Catherine- sentía miedo en sus palabras pero aun no entendía a que.

-¿De donde provienes?-pregunte por su acento, en parte desconocido

-De Italia-dudo un momento, pensé que no querría decirme nada, pero continuo-viví allá toda mi vida

-Y ¿Por qué viniste?

-Asuntos personales- asentí

La clase comenzó ese preciso momento. Catherine me recordaba un `poco a mi en mi vida humana, tímida, temerosa, una chica reservada. Edward había tenido razón respecto a sus ojos; esquivaba cada mirada que quería examinarlos y en ningún momento los mostro.

El timbre anuncio el fin de esa hora y me puse a recoger mis útiles, los tome todos en el brazo y salí del aula. Mi esposo como siempre me esperaba a la entrada de esta con una gran sonrisa en los labios. Lo bese y le devolví la sonrisa. Catherine pasó a mi lado y volví a inspirar su efluvio y tuve un flash-back, ya había olfateado aquel olor, era el mismo que estaba en el bosque el sábado, ¿era aquella figura la que tanto alarmo a Alice? Su olor me respondía, si era ella, pero ¿Qué hacia en el bosque? ¿Quién era? ¿Qué era? Esas preguntas pasaron por mi mente en segundos. Cuando volví a la realidad Edward parecía confundido y preocupado por algo. Me tomo por la cintura y nos encaminamos a muestra próxima clase.

La clase de lenguas extranjeras era la ultima del día, y todavía faltaba otra, aunque no me apresuraba, solo quería descubrir el misterio que seguía a la chica.

Todo el tiempo que hubo desde mi clase de Algebra hasta el final de la penúltima clase, mi esposo parecía ido o pensando en algo, pero no sabia en que.

Cuando llego la hora de la ultima materia, nos sentamos en nuestra mesa de siempre y me di cuenta que el ultimo lugar que quedaba en el aula era en la fila de el centro hasta atrás. Entro Catherine y se ubico en el lugar vacio. El señor Worrem entro, puso sus cosas en su escritorio y se dirigió a nosotros.

-Buenos días, como pueden ver hoy, tenemos una nueva alumna- se dirigió a la chica con la mirada- joven, ¿podrías presentarte?- la pesadilla de toda chica nueva.

-Claro- se puso de pie en su lugar- mi nombre es Catherine, tengo 19 años, provengo de Italia, al igual que toda mi familia, con la que viví hasta hace un año.

-¿Cuál fue la razón que viniera a EUA?

-Asuntos personales- la misma respuesta que me dio. El profesor tomo su lista.

-Disculpe- dijo el catedrático antes de que la chica tomara asiento- ¿Cómo se pronuncia su apellido?

-Vulturi- abrí los ojos como platos. Edward y yo volteamos la cabeza rápida y bruscamente a verla, al parecer se esperaba esa reacción. Dentro de mí, un gruñido quería salir, Edward lo percibió y apretó mi mano. La miramos por unos segundos y luego volteamos al frente.

¡Una Vulturi! ¡Catherine es una Vulturi! Gritaba en mis pensamientos. Aro debió mandarla a vigilar a los Cullen, por eso debía cubrir sus ojos, claro, cualquiera se asustaría de unos ojos color carmín o rojo sangre pero, si los Vulturi la enviaron Alice lo debía haber visto y nos hubiera avisado ¿no? No sabia que pensar ya que la ira y el temor dominaban mi mente, quería salir corriendo de ahí, tomar a i hija y a mi esposo y no volver. Voltee a ver a Edward, por la mirada que tenia, supe que sus pensamientos estaban coordinados con los míos.

La hora se me hizo eterna. No solté la mano de mi marido en toda esta y el no me soltó a mi. Si mi corazón latiera estaría enloquecido en este momento. Sonó el timbre ¡Al fin!, Edward tomo sus libros y se levanto mientras yo tomaba los míos, en cuanto me levante me tomo por la cintura y salimos huyendo de ahí. Sentí en mi espalda las miradas de todos los que se encontraban en el aula ya que nuestro comportamiento era diferente al de siempre; todos los días salíamos lento y con nuestras características sonrisas en los rostros, pero esta vez íbamos a toda velocidad y con rostros serios. Llegamos al volvo muy rápido. Edward me abrió la puerta del copiloto y yo entre sin decir nada. Mi esposo subió por el lado del conductor. Salimos a toda velocidad del estacionamiento y en pocos minutos nos encontramos en la carretera. Bajo un poco la velocidad del coche ya en esta.

-¿Cómo estas?- pregunto serio y preocupado

-Bien… creo- voltee a verlo- ¿Y tu?

-No tanto- sabía que había estado viendo los pensamientos de Catherine, pero parecía, frustrado por algo

-¿La enviaron?

-No lo se- pensó unos segundos- no lo entiendo, como es que lo hace

-¿Hacer que?

-Bloquearme, no me deja ver mas allá de sus pequeños pensamientos, supongo que sabe lo que hago- confeso. Me miro por unos segundos y luego volteo a ver al frente- ¿En que estas pensando Bella?