Renesmee se veía hermosa cuando dormía. La envidiaba un poco, ya que por unos minutos quisiera escapar de la realidad y descansar mi mente, un rato, solo un rato. La bese en la frente y me fui a mi cuarto a cambiar porque sabia que posiblemente la ropa que traía no sobreviviría y de verdad me gustaba.
Como no venia nadie me senté sobre la cama y me puse a leer “Cumbres borrascosas” para pasar el tiempo, al parecer seguían hablando del mismo tema y yo prefería investigar antes de sacar conclusiones.
Edward entro a la habitación media hora después de que abrí el libro. Se sentó a mi lado y me sonrió.
-¿De nuevo “Cumbres borrascosas”? – Alzo la ceja asentí y le sonreí- creo que necesitas distraerte ¿te ayudo con eso? – dijo mientras me quitaba el libro de las manos. Asentí traviesa, necesitaba distraerme de todo. Puse el libro en el buro me rodeo la cintura con las manos y silencio mis labios con los suyos, antes duros y fríos, ahora suaves y cálidos.
La mañana empezó como casi siempre, con un cielo nublado, lo que quizá cambio fue que el que le preparo el desayuno a Nessie y Jacob fue Edward.
El camino hacia la universidad fue lento y tenso.
-Edward-volteo a verme unos segundos y luego volteo a ver la carretera-dime que sucede ¿en que estas pensando? –no contesto de inmediato y me comencé a poner nerviosa y mordí mi labio.
-Tranquila, Bella –al parecer vio mi gesto –solo que creo que seria mejor si evitáramos encontrarnos con ella –suspiro.
-No la podríamos evitar para siempre –me tomo la mano –aun no sabemos su propósito.
-Y tampoco lo que puede hacer su “don”, si es que tiene uno –en ese momento estacionó el coche en la escuela. Volteo a verme tratando de ocultar una gran preocupación, pero no lo logro del todo.
-Edward Cullen ¿me estas ocultando algo?- negó con la cabeza- entonces ¿Qué es lo que te preocupa tanto?
-Tu- contesto casi de inmediato- siempre me preocupas tu- me acaricio el rostro con la mano libre- se que ahora puedes protegerte, pero jamás voy a dejar de preocuparme, por que te amo, y nunca lo dejare de hacer. Tome su rostro entre mis manos.
-Yo también te amo, y al igual me preocupo, pero no me va a pasar nada, solo es una hora a “solas” con ella- enfatice la palabra ya que habría un montón de estudiantes a nuestro alrededor- no quiero que te preocupes en vano- abrió la boca para protestar pero continúe- no al menos hasta que haya algo seguro de que preocuparse- lo bese antes de que pudiera decir algo. Se separo de mí, salió del coche y abrió mi puerta.
-Tus talentos para distraerme y deslumbrarme nunca desaparecieron- dijo con una gran sonrisa en los labios.
-Y espero que jamás lo hagan- tome su mano y comenzamos a caminar.
Las tres primeras clases pasaron muy rápido junto a Edward, que al parecer me hizo caso en cuanto a lo de no preocuparse, ya que mantuvo una gran sonrisa y su animo al máximo. Eso paso al menos hasta que estuvimos en la cafetería, sentados en nuestra mesa de siempre. Hoy no pedimos nada ya que por mi parte, ahora no quería tener que comer la asquerosa comida humana. La mirada de Edward estaba fija en algo y yo la seguí; estaba viendo a la chica Vulturi en una mesa sola, comiendo de una charola. Un grupo de muchachos se le acerco, eran los jugadores de futbol americano de la universidad. Solo los reconocía por sus chaquetas, ya que nunca había entablado conversación con ellos. Al parecer Catherine se dio cuenta de que estos se acercaban por que tomo su comida y se retiro rápidamente de ahí. Siempre había tenido la impresión de saber lo que pensaban, lo expresaban sus rostros. No entendía la mirada que tenía la chica, se veía el terror en ella, pero, ¿Por qué? No se supone que ella era más fuerte que ese grupo o no era eso lo que le preocupaba, no lograba entender nada.
Voltee mi mirada ya que sin querer lo único que veía era esa chica. Cuando observé a Edward vi que no había sido la única que se había quedado viendo hacia ese lugar. Me reí de la nada y mi esposo me miro confundido.
-¿De que te ríes?
-De nada
-Y ¿Cuál es tu definición de nada?- me pregunto con una sonrisa
-La mía- me reí un poco más. Volteo la mirada un poco mirando de reojo a donde habíamos estado observando y aproveché para robarle un beso de los labios.
-Señora Cullen, ¿acaba de robarme algo?- sonreí traviesa- Lo quiero de vuelta- y dicho eso volvió a besarme
-Señor Cullen, creí que todo lo suyo era mío
-Lo es
-Entonces acérquese- obedeció y volví a robarle el beso- estamos a mano- dije y su sonrisa fue aun mas grande.
Sonó el timbre y nos fuimos a clases. Hoy no tocaba lenguas extranjeras, así que no nos separamos en todo el día, no al menos hasta la última clase… Algebra. Esa me tocaba todos los días, la única clase en la que no estaba con Edward y por la que me estaba arrepintiendo de no haber sobornado al director para estar con el.
-Nos podemos ir ahora- me dijo mientras me encaminaba con el a mi salón, ya, en la ultima hora.
-No te preocupes
-Ese es el problema ¡Si me preocupo!- lo fulmine con la mirada
-Mira, te prometo algo- nos detuvimos antes del salón, espero a que continuara- si pasa algo incomodo, me salgo del salón y voy a buscarte o te hablo ¿ok?- lo mire fijamente a los ojos
-¿Me lo prometes?- dijo serio y tomando mis manos entre las suyas
-Te lo juro- sonrió un poco, me soltó y me dejo en la puerta del salón, después de darme un beso fugaz en los labios y se dirigió a tu clase.
La mesa en la que yo me sentaba ya estaba ocupada en uno solo de los lugares, Catherine ya estaba ahí. Avance y sin decir nada me senté en mi lugar, mi compañera puso su cabello entre nosotras, dejando su efluvio llegar hasta mi nariz, era como dos “especies” juntas… una parte olía parecido a mi familia y la otra era diferente, no la reconocía. Me confundí aun mas, no podía contener el misterio por mas tiempo, quería respuestas y así podría saber que sentimiento poner contra ella.
-Hola Isabella- ¿Por qué me llamaba así?
-Eh… hola- mi voz salió demasiado fría, tenia que corregirlo- ¿Por qué me llamaste Isabella?
-Ese es su nombre ¿no?
-Si, solo que, pues nadie me llama así- mi mirada estaba seria y fija en ella.
-Ah, es que, imagino que solo sus amigos y conocidos le llaman Bella, y pues yo… no creo postular para ser una
--Eso depende- ¿estaría Edward escuchándome? ¿Le molestaría esto? La señora Jefferson comenzó a hablar en ese momento.
La clase me pareció eterna en comparación con todas las demás, por eso cuando escuche el timbre me sentí aliviada. Edward me esperaba ansioso en la puerta, salí sin despedirme, ya que solo veía a mi amado. Me ofreció la mano y yo la tome con gusto. Tenia dibujada en su rostro la misma confusión que yo en el mío. Caminamos, casi con la misma velocidad del día anterior, hacia el auto. Por la ciudad Edward manejo a velocidad “lenta” pero apenas el coche toco carretera, piso el acelerador a fondo.
-Bella ¿Por qué traes esa mirada?- voltee a verlo
--No… eh, no es nada- levanto una ceja- solo, solo estoy confundida, eso es todo- mire la ventanilla- pero ese efluvio…- musite para mi
-¿Qué pasa con el efluvio?
-Pues, es que… es… es como una combinación de efluvio de vampiro y otra especie
-No me había detenido a observar eso, y estas en lo cierto- giro en el bosque- es extraño nunca había oído de algo parecido- después de unos segundos me miro tiernamente y yo lo mire de la misma manera. Volteo la mirada al frente y hablo- Mi vida, ¿Quieres hacer algo hoy?
-¿Cómo que?
-No lo se, podemos ir a ver una película o a pasear, al parecer pronosticaron un día nublado, y estoy seguro de que Nessie quiere dar una vuelta por ahí- se detuvo junto a la casa y miro la parte donde esta el velocímetro- y creo que también a llenar el tanque- se rio y me deslumbro con su mirada
-Claro- le sonreí, sabia que su propósito era distraerme de todo lo que giraba por mi cabeza. Hizo su acto de caballerosidad y luego entramos a la casa. Jacob estaba sentado en el sofá viendo en nuestra dirección- ¿Qué pas…- Edward cubrió mi boca con su mano, impidiéndome continuar. Lo mire, estaba sereno y sonriente
-Detrás del sofá- susurro en mi oído y de inmediato comprendí lo que hacia, Nessie se había escondido, logre oír su respiración y su corazón latir desde donde mi esposo me indicaba. Nos acercamos silenciosamente uno a cada lado del sillón.
-¡Un, os, tres por Ness!- grito Edward mientras tomábamos a nuestra hija entre los dos y le hacíamos cosquillas. Jacob intercedió por la niña y esta lo traiciono ya que le hizo cosquillas a el también, y luego de unos segundos lo dejo. Renesmee reía. La dejamos para que respirara y la acomode en uno de mis brazos. Ambos besamos al mismo tiempo en sus mejillas- ¿Cómo estas princesa?
-Bien Papi
-Entonces pequeña, ¿Quieres ir a dar una vuelta a la ciudad- asintió muy rápido
-Ve por tu abrigo- la baje y fue corriendo a su cuarto- ¿quieres que te llevemos al instituto Jake?
-Si, gracias, ya voy tarde y su velocidad me ayudaría mucho- mi esposo se rio bajo
-Mete tus libros- le lanzo las llaves del volvo- vamos en un minuto- Jacob asintió y salió. Sonó el celular de Edward- un mensaje de Alice- susurro audiblemente- mmm… Bella ¿Quisieras manejar tú?
-¿Qué pasa?
-Tengo que recoger un pedido de Alice en la ciudad
-Claro, si quieres te encamino o te dejo donde tienes que recogerlo
-Si, gracias Bella- en ese momento salió Nessie de su habitación con un abrigo en brazos.
Corrimos hacia el coche y entramos con tal sigilo que hasta asustamos a Jake. Renesmee se sentó en el regazo de su padre mientras yo conducía. Llegamos a la ciudad en muy poco tiempo.
-Bella déjame aquí- dijo mientras pasábamos frente a la oficina de correo. Me orille- nos vemos luego preciosa- besos mis labios y paso a Nessie a mi regazo mientras se bajaba. Antes de avanzar, Jacob se cruzo al asiento delantero y Renesmee salto de mi regazo al suyo.
-¿A dónde va?
-Va a recoger un paquete de Alice- dije mientras comenzaba a avanzar.
Mientras íbamos por el camino a instituto donde inscribimos a Jake, este iba entreteniendo a Nessie jugando a “yo veo”. Cuando llegamos, Jake se bajo con la niña en brazos y ya estando fuera la puso en el asiento de copiloto y le puso el cinturón. Como su lado daba a la calle, giro por el frente del coche hasta quedar a mi lado. Al parecer habíamos llegado a tiempo ya que ni el ni nadie estaba a la carrera.
-Gracias por el viaje, Bell’s
-No hay por que Jake, oye… ¿Quieres que venga a recogerte o que Edward lo haga?
-Puedo cuidarme solo
-NO lo decía por eso, en realidad lo decía porque no tienes coche para irte, y estaremos toda la tarde por ahí
-Ah… bueno, entonces si- alcance a escuchar de un grupito atrás una sarta de blasfemias e incoherencias. Jake me beso en la mejilla e hizo el ademan de retirarse pero lo detuve halándolo de su muñeca.
-Jake, hazme un favor ¿Si?- asintió- calma a tus amigas, no soy la única por aquí con un oído muy agudo- se rio
-Hare lo que pueda- comenzó a caminar- ¡Nos vemos! Grito mientras arrancaba el auto, hice un gesto de despedida con la mano. Sono mi celular, er Edward.
-¿Bella?
-Hola amor ¿que pasa?
-Creo que tardare un poco- suspiro- hay mucha gente
-No te preocupes Edward, llevare a Nessie a dar una vuelta por el centro comercial para pasar el tiempo
-Entonces nos vemos allá… de verdad lo siento
-No te disculpes, os vemos, te amo
-Y yo mas, nos vemos- le mande un beso y colgué, después voltee a ver a mi niña, que estaba escuchando música en el MP3 que le había regalado su papa en su primera navidad.
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Hola! perdonen todas (os) aquellas que estuvieron esperando capitulo desde hace mucho tiempo, sinceramente les pido perdon, estaba pasando por un momento "desicivo" ya que me encanta escribir pero como una escritora se vale de sus lectores me senti muy triste, ya que todo lo que publicaba no tenia ningun comentario, duda o queja, me senti como si nadie le gustaran mis escritos y estuve a punto de borrar mis historias y cerrar mis blogs, pero en eso me puse a checar los comentarios desde los principios de mi blog, ke decia algo asi... aunqke solo haya una persona interesada en lo que escribes, sigue aciendolo, por que ese uno, cree en ti y tu deber es no decepcionarlo, confia en tiSinceramente no lo recordaba, y seguire su consejo, espero sus comentarios con preguntas, dudas, sugerencias y tomatazos, mientras mas haya, mas rapido llegara el siguiente cap. Gracias de corazon a todos aquellos que dejan un espacio de su tiempo para leer las locuras de esta adolecente emocional